Thursday, January 26, 2006

4-0

Creo que esta semana no logré almorzar nada decente, nada de lo cual valga la pena acordarse. Tanto así que para este post casi ni me acuerdo de lo que almorzé ayer, lo cual es terrible porque gran parte de mi memoria está asociada a lo que me como. Deben ser las canas que me estan saliendo. Mi abuelo decía que lo terrible de las canas era que se alimentaban de memorias. Muy lentamente se las van comiendo, una a una, hasta que no queda nada. Pero bueno, todavía son pocas, apenas unas 3 o 4 y su efecto tiene que ser mínimo, espero. Al menos que uno tenga una de esas canas insurrectas que ni siquiera se asemejan a los otros pelos. Tienden a tener muchas curvas, como la carretera entre La Vega y Honda, y siempre se salen así le caiga uno a golpes con la peinilla. Esas sí que son peligrosas.

El caso es que ayer terminé en Sopas de Mamá y Postres de la Abuela, ahí detras de la Plaza de Simón, almorzando con otros tantos burócratas. Hoy me tocó en Andante ma non Troppo, otro hervidero de funcionarios públicos, en donde hay que estar pendiente de quien se sienta al lado para no decir nada muy políticamente in-correcto. No me voy a extender en la descripción de lo que me comí en ambos sitios. Basta con decir que soy un fan absoluto del calentao y casi que donde quiera que lo encuentro lo pido. No se si es que inconscientemente estoy elaborando un ranking de calentaos, pero cuando lo veo en una carta no puedo no pedirlo. Es un poco enfermo la verdad. Hay algo irresistible en la combinación: arroz (preferiblemente con cucallo), papita, carne asada, platano maduro, huevo frito encima. Basta con agregarle ají de ese que viene con cilantro y cebolla larga y tiene uno una obra de arte en frente. Algunos le echan fríjoles, pero a mi la verdad no me gusta cuando se los agregan porque le dá un dejo paisa cuasi-uribista. Me imagino al presi en su finca de Montería comiéndose algo similar antes de salir a ver a "sus vaquitas" y me da un escalofrío, brrrrrr. Pues el calentao de S de M y P de la A, no dió la talla. Va ganando el de La Tipografía definitivamente (Calle 11 entre 5a y 6a, al lado de Mi Viejo).

En Andante, que ya la verdad parece es la cafetería de más de un ministerio, padecí del plato del día. Sopa de Tortilla: insípida. Estofado de Pollo: Cauchoso.

Mañana me desquito. Todas las semanas hay que comerse algo memorable. La vida es muy corta como para comer calorías.

1 Comments:

Blogger MaJaDeRiA said...

Uyyyyyyyyyy ese post me devolvio en el tiempo violentamente. Yo almorzaba en eso sitios todas las semanas, motivos laborales, aunque me gusta más el calentado de Sopas de Mamá y Postres de nosequien....

11:10 AM  

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